Testimonios

 Testimonios de quienes pasaron ya por esta experiencia:

Vanessa – Venezuela (con permiso recibido para publicar)

Primeramente agradezco mucho a mi Amado Señor Jesucristo por haber puesto en mi camino al Doctor Marino Casseignau, pues ha sido de gran bendición para mí. Estoy eternamente agradecida a mi Señor Jesús, porque las cosas buenas que pasan en nuestras vidas son un milagro maravilloso.

Cuando inicié las terapias aún vivía dependiente de las pastillas para dormir y Anti-depresivos, las dejaba algunos días pero luego debía volverlas a tomar porque me volvían los síntomas de la ansiedad y el pánico de volver a caer en el estado crítico de depresión en que estaba. Vivía encerrada, no quería hablar con nadie, ni salir, Cada conversación que tenía con alguna persona las interpretaba de una manera muy dañina que me sumergían aún más en la depresión, y por más que leía la Biblia no la podía retener porque a mí mente llegaban ataques fuertes de pensamientos negativos, un pensamiento negativo me lleva a otro peor y así podía pasar todo el día y la noche encadenada. Estaba llena de miedo y temor porque pensaba que todas las personas del mundo eran muy malas y me harían daño.
Muy agobiada sabía que tenía un problema de salud que solucionar pero como no es una enfermedad visible, nadie me tomaba en serio, nadie de mi familia podía entender lo que me estaba sucediendo y no recibí ayuda. Tampoco tenía dinero para poder pagarme un psicólogo clínico, más sin embargo, llegó el tiempo en el que mi Señor Jesucristo oyó mi clamor y me encontré en el internet el sitio web del Dr. Marino Casseignau quien me atendió y de inmediato quedé muy esperanzada, pues algo dentro de mí me decía que allí comenzaba mi restauración, y así fué. El panorama de mi situación empezó a aclararse, entendí con más profundidad los síntomas de la enfermedad, qué me ocurría y porqué me ocurría. Pero lo más valioso fué haber encontrado las herramientas de como podía combatir la enfermedad, y al comenzar a ejecutarlo de manera constante siguiendo al pie de la letra las instrucciones que el Dr. Marino ofrece. me di cuenta que ya comenzaba a mejorar.  Comencé a ejercitarme en las técnicas, al principio es un poco lento los resultados pero a medida que me ejercíto los resultados van mejorando, y es ir en contra de los pensamientos negativos, enfocándome en buscarle a cada situación difícil que se me presente algo positivo y así practicarlo una y otra vez hasta hacerlo ya un hábito natural en mí.
Perseverando logré notar cambios en mis actitudes y estados de ánimo. Yo era iracunda, cualquier dificultad u obstáculo me hacía saltar en furia o llanto, estaba llena de rabia y carecía completamente de paciencia; sin embargo al ir ejercitándome diariamente he notado dentro de mi paz, paciencia y alegría, ahora enfrento con más fortaleza las circunstancias difíciles, y las palabras que yo consideraba hirientes en los demás ya no me afectan. Algo muy hermoso que aprendí es que: de las experiencias negativas elijo enfocarme en algo positivo y si no logro conseguir nada pues está mi Señor Jesucristo que representa todo lo Bueno para mí.
Aprendi que psicoterapia no es que me toquen con una vairta mágica para que todos mis problemas desapareezcan, sino que tuve que poner de mi parte y llevar a cabo los ejercicios que fueron una ayuda muy importante en mí porque con mis problemas de ansiedad y ataque de pánico tanto en el día como en la noche podía sentir mi corazón acelerado, pensé que era un problema de salud más grave en mi corazón, porque no cesaba de latir rápido y fuerte, no lograba tranquilizarlo, hasta que por fin hoy ya puedo sentir que mi corazón funciona normal.
Siento que los resultados en mí han favorecido la relación con mi familia y con los que me rodean, siento amor por ellos, incluso me han manifestado que hasta mi manera de hablar ha cambiado.
… Y Alabado sea el Señor Jesucristo!!!  pues este proceso me ha ayudado a encontrar mi identidad con mi Señor. Mi relación con El es más cercana y me siento Felíz por ello. A través de este proceso sentía como se dicipaban los miedos, los temores, las dudas y preguntas sin respuestas, comencé a vivir más claro y profundo de cuánto me Ama El Señor, ahora cada versículo que leo en la Biblia logro entenderlos con más claridad. También siento que mis dependencias afectivas por carencia de Amor en la infancia se esfumaron porque ahora siento su Amor más real y cercano, cada encuentro que tuve con Jesús leyendo su palabra llore de alegría muchas veces porque me sentí Libre… El Señor ha hecho en mí en solo 2 meses.

Testimonio de Kerly – Ecuador (con permiso recibido para publicar)

Mi nombre es Kerlly y soy de Ecuador, desde hace 6 años he tenido una lucha constante con la ansiedad, a pesar de conocer a Cristo como mi Señor y Salvador desde temprana edad. Durante este tiempo visité a 2 psicólogas y 2 psiquiatras seculares, con el afán de ‘curarme’ y eliminar esa sensación constante de miedo, angustia y hasta por un breve tiempo con ganas de llorar sin ningún motivo.

Finalmente, me quedé en terapia durante algo más de 2 años con un psiquiatra quien después de Dios me ayudó mucho a sobrellevar el problema de la ansiedad y ese terror de hasta salir de casa sola. Sin embargo, algo que nunca nos dicen los psiquiatras es cómo dejar de ser dependiente de medicamentos. Algunos empiezan solamente a recetar cada 3 meses y otros que simplemente la dejemos por nuestra cuenta. En mi caso, la medicación empezó a afectar otros órganos de mi cuerpo, un hígado graso, problemas de riñones y hasta un aumento de peso.

En vista de que no cuento con un trabajo estable que me permita generar recursos económicos suficientes, empecé a buscar ayuda terapéutica cristiana por la web. Le pedía al Señor que me guiara porque ya estaba cansada de gastar mucho y a su vez, no encontrar la ayuda de un psicólogo (a) cristiano. No era suficiente tomar pastillas, sino que necesitaba hacer psicoterapia, hablar de todo lo que yo sentía, lo que pensaba incluso.

Encontré la página del Dr. Marino Casseignua online y de inmediato me contacté con ellos pues ya estaba bastante desanimada.

Ha sido una gran bendición para mí poder participar en terapia donde aprendí diversas técnicas como el mindfulness cristiano y el monitoreo de pensamientos, para ahora vivir con más entusiasmo y tranquilidad. Desde hace 2 sesiones atrás con el aval de mi médico, he dejado la medicación psiquiátrica sin ningún efecto negativo; sí que he tenido ciertos altibajos, pero ahora no es algo que me paraliza ni me quita el sueño o peor aún, el poder desarrollar mis actividades normales.

Con la guía del Dr. Marino y por supuesto la dirección divina de nuestro amado Dios, ahora puedo manejar mejor mis pensamientos y no dejar que afecten mi estado de ánimo en gran manera. De igual forma, he podido compartir mis experiencias más difíciles sin sentir vergüenza o miedo alguno.

Actualmente estoy entendiendo que como cristianos es normal pasar este tipo de dificultades y que el Señor lo permite todo para nuestro bien, pues Él tiene el control de mi vida y de lo que yo no puedo cambiar, es el dueño absoluto del Universo. Por ello, agradezco a Dios y al Dr. Osvaldo Marino Casseignau por su tarea que está cambiando mi estilo de vida y que sé también, podrá bendecir a tantas personas en el mundo que quieran pasar por este proceso verdaderamente sanador.